Desde que comencé el camino de la masonería, siempre escuche inteligencia y sabiduría por todos lados que iba, para lograr comprender ambas virtudes.
Partamos primero por la inteligencia, la Etimología de ‘inteligencia’ proviene del latín intelligentia o intellēctus, que a su vez provienen del verbo intellegere —término compuesto de inter («entre») y legere («leer, escoger»)— que significa comprender o percibir.
Por medio de la inteligencia puedes comprender y percibir lo que quieras descubrir, hoy en día existen varios tipos de inteligencia, se entendió que no se puede calificar a todos por igual.
Ahora discernido la inteligencia pasemos a la sabiduría, la sabiduría lo define la R.E.A. como el grado más alto de conocimiento y conducta prudente en la vida. Pero ¿cuando se entiende que una persona es sabia? Existe un límite o el hombre traza el límite de la sabiduría.
Para que la sabiduría de la inteligencia haga catarsis tiene que existir un proceso alquímico donde se funda varios elementos como el comprender, el saber y poder de ejecutar.
Una vez fundidos los elementos formará la sabiduría, sutil pero fuerte, la sabiduría es como algunas sombras grandes pero ligeras, útil para dar sombra a quien lo necesite y le deja huella sin marcas por dónde pasé.
En fin, el hombre puede llegar a ser inteligente si solo se queda en comprender y saber, pero si tiene el poder de ejecutar en la práctica lo comprendido en su cotidianidad entra en el camino de la sabiduría.